El tema de las piedras para jardinería es muy extenso; hay que tener en
cuenta que se pueden utilizan de todo tipo: cantos rodados, piedras con
aristas vivas, tallas, figuras en piedra, fuentes etc. Y las hay para
muchos gustos en colores, formas y tamaños.
La imaginación de cada uno juega aquí un papel muy importante que va desde simular el cauce de un río, una playa o una montaña hasta colocar una
piedra en solitario o en grupo.
Representan una alternativa fundamental para la decoración de jardines ya
que nos brindan una estética muy agradable por su gran atractivo y
resistencia, y también hay que tener en cuenta, el escaso mantenimiento
que requieren.
Las piedras crean en el jardín un estilo único en su clase. Son los
pequeños detalles los que marcan la gran diferencia en el jardín.
Los orientales nos llevan una gran ventaja en la decoración de jardines
con piedras, pero nosotros tenemos grandes dificultades para entender que también las piedras poseen una conciencia, incluso un occidental se verá obligado a reconocer que, un jardín es mucho más bonito si imita a la naturaleza, las piedras, las plantas, los animales y el hombre forman parte de la naturaleza de este mundo, que constituyen una unidad imposible de romper.
Las personas que viven al pie de la montaña o en zonas montañosas suelen
obtener las piedras directamente de allí. Es una buena opción para
economizar en el caso que no quiera o no pueda invertir en piedras para la
decoración de su jardín.
Para los que no tenemos la suerte de tenerlas a nuestro alcance hay a la
venta en los viveros y casa de decoración para jardines infinidad de
variedades.
El otoño-invierno es una buena época para reordenar el jardín por ser las
estaciones en las que la vegetación está menos densa.
Otro tipo de figuras de piedra para nuestro jardín, esta vez son esculturas, budas, diosas, etc.
Piedras de rocalla para jardinería.
Originales conjuntos creando composiciones naturales, solo el tiempo nos puede hacer esto. Observar la pequeña planta trepadora es un ficus repens de hoja menuda y resistente a las heladas, jardín realizado en Zaragoza y ahi tenemos el ficus resistiendo.
Farolillos asiaticos de todos tamaños y formas, no pueden faltar en jardines de calidad.
Estatuas de Buda en Jardinería
Buda y sus representaciones
Las representaciones de Buda son innumerables y prácticamente repartidas por todo el mundo, desde las malogradas representaciones eliminadas por los Talibanes en Afganistán, hasta los modernos templos de la alpujarra granadina en España, lógicamente pasando por los miles de templos dedicados por toda Asia a esta filosofía.
Son cuatro las representaciones más comunes representando a Buda:
Buda de pie. Existen señales inequívocas de que estamos frente a un ser que ha alcanzado la iluminación, una de ellas es una protuberancia en la cabeza que marca su agudeza mental y unas orejas grandes listas para escuchar. También suelen tener las manos extendidas hacia delante simbolo de amistad y buenas intenciones. En estas figuras el pelo suelo estar de punta y sus uñas son muy largas.
Buda reclinado. Con las plantas de los pies al aire y con marcas del Dharma que es un símbolo que nos dice los innumerables caminos que un iluminado puede recorrer. Un verdadero buda camina sin poner los pies en el suelo para no molestar.
Buda sentado. Es la representación más popular, buda de brazos muy largos, ya que sentado y con su espalda erguida puede tocar su asiento. Suele tener sus manos entrelazadas con alguna palma hacia arriba en posición de ofrecer pues se ha desecho de alimentos y otros objetos que ha repartido entre otros. También se conocen algunos budas sentados como Budas ayunantes con su pecho erguido pero marcando venas y costillas de forma descarnada.
Buda sonriente. El Buda sonriente es una alegoría a buscar la salvación personal en el presente y no a esperar a que va a venir, a menudo se representa rodeado con niños y con algún fardo de tela. Los niños son considerados como seres muy cercanos a la iluminación. Esta figura funciona como un amuleto. Su enorme tripa es símbolo de felicidad, buena suerte y vida plena.
Para entender este fenómeno es necesario que tengamos algo de información de que representa.
Un Buda no es el nombre de una persona, es un titulo a un tipo de personajes que pueden alcanzar un nivel superior de conciencia, hombres liberados de toda carga, personas que alcanzan un estado de tranquilidad mental absoluta, personas que se liberan de cualquier traba mundana y social, son hombres completamente libres.
Buda significa el «Iluminado» o el «Despierto». Mientras el resto del mundo estamos envueltos en dudas y en complejos un hombre alcanza la iluminación.
Cualquier ser humano puede convertirse en un Buda, no obstante asociamos el término Buda a una de las figuras históricas del budismo: Siddharta Gautama. Cuenta la historia que nació unos 600 años antes de Cristo hijo de un Rey, el día de su nacimiento un Brahmán le aguró un futuro increíble, predijo que el niño se convertiría en un iluminado y que su proceder y su verbo se escucharía durante cientos de años.
Los elementos centrales en los que se basaba la Iluminación de Buda estaban condicionados por la realización de las denominadas Cuatro Nobles Verdades que alcanza en su camino en la búsqueda del despertar espiritual, pasando por largos ayunos, ascetismos extremos, dolor y sacrificio.
Mediante la meditación alcanza el nirvana y descubre estos cuatro postulados:
1) La vida es sufrimiento.
2) La causa de este sufrimiento radica en el hecho de que el hombre desconoce la naturaleza de la realidad, y por ello siente ansiedad, tiene apego a las cosas materiales y mucha codicia. Estos defectos provocan su sufrimiento.
3) Se puede poner fin al sufrimiento con conocimiento.
4) El camino para dar fin al sufrimiento es el Camino de las Ocho Etapas, que consiste en tener una adecuada visión de las cosas, buenas intenciones, un modo de expresión correcto, realizar buenas acciones, tener un modo de vida adecuado, esforzarse de forma positiva, tener buenos pensamientos y dedicarse a la contemplación del modo adecuado.
Generalmente, estos últimos ocho puntos se dividen en tres categorías que conforman el pilar central del budismo: moral, sabiduría y concentración.
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