Energias en los jardines feng shui

 

La clave está en buscar la armonía del qi, que es la fuerza o energía vital. Feng Shui se traduce literalmente como Viento-Agua, porque es el viento el que mueve al qi, y el agua la que lo retiene. Este antiguo sistema chino estudia los fenómenos ambientales en la naturaleza y enseña al ser humano cómo lograr armonía entre su entorno natural y las estructuras hechas por él mismo. De esta manera, se logra que el medio apoye al ser humano, mejorando su calidad de vida en múltiples aspectos: prosperidad, salud, relaciones, entre otros.
En términos simples, mientras más sanas estén las plantas, mejor refleja el jardín la salud del entorno. En cambio, si un jardín está mal cuidado, enfermo o muriéndose, se considera que está drenando la energía que de otro modo sería beneficiosa para el ser humano que pasa tiempo en él. Esto no significa que el jardín deba ser sometido a una completa manicure; de hecho, se puede recrear un efecto selvático si así lo desea su dueño, pero sí es esencial que el jardín esté sano.
Se podría decir que si el lugar es demasiado sombreado y se poda un árbol, eso es buen Feng Shui. Lo mismo, si los arbustos son recortados porque estaban invadiendo un caminito. Sacar o reemplazar plantas muertas también es buen Feng Shui. Pero el tema es bastante más complejo que eso. Un practicante de Feng Shui clásico calcula las características energéticas de una casa o edificio en base a su año de construcción y la orientación que tiene. Normalmente se anotan dos tipos de energías constantes en cada uno de los nueve sectores en que se divide la casa, y se añade una energía de duración anual y otra mensual. La combinación de estas energías va a tener un efecto determinado en los ocupantes de la construcción.
REMEDIOS
Las variaciones pueden ser múltiples; prácticamente no hay una casa igual a la otra porque también la distribución interna y los elementos del entorno van a tener un efecto diferente en las energías y por ende en las personas. Una vez establecido el análisis, el practicante de Feng Shui receta ciertos cambios necesarios para crear equilibrio entre los diversos elementos. Los remedios externos tienden a ser los más importantes, y eso hace que los jardines sean esenciales para nuestro bienestar.
Los remedios tradicionales se basan en los cinco elementos naturales: agua, madera, fuego, tierra y metal. Siempre que sea posible es mejor usar el elemento en sí (con excepción del fuego por razones obvias, en ese caso se usa el color rojo, morado o rosa). En el caso de la madera no basta con un mueble sino que se debe usar una planta viva porque esta es la que posee la vibración necesaria para afectar el qi. Los elementos se potencian entre sí siguiendo un cierto ciclo: la madera produce fuego, el fuego produce tierra, la tierra produce metal, el metal produce agua, el agua produce madera. Pero también se pueden dañar: la madera explota a la tierra, la tierra bloquea al agua, el agua apaga el fuego, el fuego derrite al metal, y el metal corta a la madera. Para lograr un ambiente armonioso hay que determinar cuál es el elemento necesario que balanceará a todos los demás. De nada sirve colocarlos todos porque eso solamente hará girar el qi de un lado a otro. Y es importante también cuidar la estética. No es aconsejable colocar un remedio que va a ser visualmente desagradable para las personas.
Generalmente, es ideal tener una montaña detrás de la casa y agua fluyendo delante, a una distancia suficiente como para no poner en peligro la construcción. Como no es posible construir una montaña, hoy en día se usan sustitutos para crear el mismo efecto. Al plantar árboles grandes detrás de la casa por ejemplo ya se está creando la sensación de contención que da la montaña. Muchas veces un edificio alto detrás de la casa da el mismo resultado. Pero algunas casas, por la particular distribución de sus energías internas, necesitan que la montaña esté adelante y el agua atrás para balancear las energías y lograr su máximo potencial. Esto se determina con el análisis de Feng Shui.
AGUA
Siempre es bueno tener agua limpia, descubierta y en movimiento en ubicaciones específicas cerca de la casa. La opción más efectiva sería una piscina o estanque de peces que tenga un sistema de filtro para mantener el agua oxigenada y limpia. Pero hay otras formas menos costosas de lograr un remedio de agua. Por ejemplo, se puede usar un bebedero de metal para animales (el metal potencia el agua, por lo que su efecto será mayor si usamos ese material) con una bomba simple para piletas que produzca un chorro continuo de agua. Un adorno así se puede incorporar fácilmente al jardín, rodeándolo de arbustos o flores. La presencia de rocas o piedras va a disminuir el efecto pues pertenecen al elemento tierra que estanca el agua. Por lo tanto, si hay muchas rocas es necesario incrementar la cantidad de agua.



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