El Feng Shui es totalmente opuesto al exceso de detalles y lo ostentoso y el jardín no es la excepción, aunque generalmente es un espacio pequeño, debe servir como aislamiento; ese espacio sereno donde provoque estar, donde parezca que nada sobra y nada falta.
Por ejemplo, unas cuantas macetas sencillas y de diferentes tamaños, con plantas de la misma especie pueden ser mucho más efectivas y bonitas que un montón de plantas multicolores; aproveche los espacios abiertos y sea creativo, pero no se exceda, pues se notará al instante.
En cuanto al crecimiento y cuidado de nuestro jardín, en el Feng Shui no es recomendable privar a las plantas de sus formas naturales. Además, son recomendables los árboles de hojas anchas y de color oscuro, como el jazmín del cabo, la rosa china o el farolillo japonés, que son buenos conductores del chi.
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